Escuelas superiores más pequeñas mejoran los porcentajes de graduación

Desde el 2000, el número de opciones ha aumentado. Más estudiantes están seleccionando escuelas donde es mucho más difícil pasar desapercibido.

This article was originally published in The Notebook. In August 2020, The Notebook became Chalkbeat Philadelphia.

En la Escuela Superior de Artes Creativas y de Representación de Kensington (KCAPA), la estudiante de 11mo grado Gina Rodríguez dijo que ha encontrado un lugar en el que puede ser creativa, expresarse, y hablar con sus maestros cuando se siente agobiada.

La principal Lissette Agosto-Cintrón dijo que la escuela es tan pequeña que todos se conocen.

“Aquí uno se siente consentido”, dijo ella.

En la Escuela Superior Constitución en Center City, los maestros ayudaron a Taeniece Howard a encontrar una práctica como estudiante de primer año y la alentaron a ser parte del consejo de estudiantes. Y le enseñaron una valiosa lección: “Mientras no conozcas tu pasado nunca sabrás a dónde vas”, dijo ella.

En el campus Shoemaker de la Escuela Chárter Mastery, al senior Chris Everett no le sorprendió en lo absoluto cuando una mañana reciente recibió una llamada a las 5:45 del decano de estu­diantes para levantarlo. Eso ha pasado en más de una ocasión, y es para asegurar que llegue a la escuela a tiempo.

Y en la Escuela Superior Chárter Esperanza Academy, los maestros intercambian ideas por email cuando uno de ellos nota que un estudiante se está saliendo de su carril.

“Tenemos estudiantes excelentes y sobresalientes, pero tenemos algunos que requieren mucha atención”, dijo David Solivan, director de alcance a la comunidad y los padres de la escuela.

“Pero eso es parte de quienes somos. Estamos comprometidos a servir a todos los estudiantes, todos los padres, y todos los hogares. Y a veces es agotador”.

Estas cuatro escuelas superiores representan una mezcla de los tipos comunes en Filadelfia. Esperanza y Shoemaker son escuelas chárter, la Kensington CAPA es una de cuatro comunidades pequeñas de aprendizaje que reemplazaron a la Superior Kensington hace una década, y la Constitución ha sido designada como una escuela con admisión abierta a toda la ciudad, lo cual requiere ciertas calificaciones, histo­riales de asistencia y de conducta para ser admitido.

Todas las cuatro escuelas son relativamente pequeñas. La Constitución tiene una matrícula de aproximadamente 400 estudiantes en los grados 9-12. La Kensington CAPA tiene 480 estudiantes en los grados 9-12. El campus Shoemaker de la Mastery tiene 400 estudiantes en los grados 9-12 y 400 en los grados 6-8. La Esperanza es la más grande, con 750 estudiantes en los grados 9-12 y 650 en una escuela intermedia nueva.

Todas las cuatro son también escuelas relativamente nuevas. Solamente la Esperanza, que abrió en el 2000, ha funcionado como escuela superior por más de una década.

Y todas las cuatro han demostrado al menos un éxito moderado en mantener los estudiantes encaminados a graduarse. Sus experiencias destacan lo que podría ser un factor en un porcentaje de graduación a tiempo que ha ido subiendo poco a poco en la ciudad durante la última década: escuelas más pequeñas, ya sean chárter o del Distrito, y muchas de ellas con temas especiales que atraen a los estudiantes. Las escuelas se consideran como seguras, con buen clima, salones de clase bajo control, y adultos atentos comprometidos a colaborar con los estudiantes y sus familias.

“Aquí los niños no pasan desapercibidos”, dijo Tom Davidson, principal de la Constitución.

Un estudio en la Ciudad de Nueva York concluyó en el 2014 que las escuelas superiores pequeñas tuvieron un impacto positivo en los porcentajes de graduación, y ese enfoque ha ganado el respaldo federal, ya que el modelo Small Schools of Choice ganó pre-aprobación para los distritos que estén buscando fondos federales para mejorar las escuelas. Small Schools of Choice se define como “escuelas organizadas en unidades más pequeñas y personalizadas de adultos y estudiantes en las que los estu­diantes tienen una mejor oportunidad de darse a conocer y hacerse notar”.

El tamaño pequeño es importante, dijo Sarif El-Mekki, principal en la escuela Mastery-Shoemaker, como también lo son una instrucción eficaz e interesante y un personal que pueda fomentar relaciones con los estudiantes y sus familias.

“No creo que los estudiantes se despiertan en su casa pensando ‘yo no quiero aprender’, dijo El-Mekki.

“Pero hay tantas distracciones afuera, que tiene que haber algo aquí en la escuela para atraerlos. Ellos están decidiendo venir a la escuela, y nuestro porcentaje de asistencia es 95 por ciento”.

Encontrar la escuela correcta

La estudiante senior Shinise Hopson se fue de Shoemaker, pero volvió.

“En la otra escuela no estaba reci­biendo educación, no me daban tarea, no había tutoría, no había ayuda”, dijo ella.

Hopson dijo que decidió mejorar su conducta y logró ser admitida nuevamente.

“Me di cuenta que el mal comportamiento no me iba a llevar a ningún sitio. Siento que lo que necesito es una educación”.

Hopson estaba teniendo factores de estrés en el hogar, ya que ayudaba a su mamá (cabeza del hogar) a cuidar a sus hermanos más pequeños.

“Es que, todo es difícil. Trato de hacerlo todo, ayudar. Tengo que seguir progresando, pero a veces solo quiero darme por vencida”.

Everett, el senior de Shoemaker que despiertan con una llamada en las mañanas, dijo que había considerado abandonar la escuela después de haber sido retenido en el 11mo grado.

“Pensé que quizás me molestarían. Pero todo el mundo me apoyó. Tenemos un buen personal. Ellos tratan de ayu­darte de todas las maneras posibles, de asegurar que recibas la orientación que necesitas”, dijo Everett.

“Al principio no quería regresar, pero esta es la escuela que me va a ayudar a llegar a donde quiero”.

En la Kensington CAPA, la principal Agosto-Cintrón acreditó el enfoque de la escuela en las artes creativas y de interpretación, diseño gráfico y producción de cine como “la pega que nos hace especial”.

“Nuestros estudiantes han escogido venir aquí”, dijo ella. “Eso marca una gran diferencia. Antes de que entraran por la puerta, ya habían visto algo que les interesó”.

“Nosotros hablamos de celebrar la diversidad, y que todo el mundo tiene un talento, y cosas así. ¿Por qué no te­ner estas escuelas especiales? No tenerlas carece de sentido”.

La escuela le ha ofrecido a Rodríguez (que está estudiando diseño y canta en el coro de la escuela) y a sus compañeros “una gran oportunidad de explorar nuestro lado creativo”, dijo Rodríguez. “Eso es algo que nunca tuve en otra escuela”.

En su escuela pequeña, ella también se ha convertido en portavoz de asuntos de interés para los estudiantes.

“Mi papá siempre decía que en boca cerrada no entra comida”, dijo Rodríguez. “Porque seamos adolescentes no significa que no podemos cambiar nada. Podemos lograr mucho simplemente hablando”.

Matthew Lassus, estudiante de 11mo grado, dijo que se siente protegido por los maestros y el personal. “Si ven que te está pasando algo, te llaman a su oficina para hablarlo”, dijo él.

Cada estudiante cuenta

En la Esperanza, un objetivo clave es respaldar a todos los estudiantes matriculados, no solo a los sobresalientes, según David Rossi, CEO de Esperanza Charter Schools.

“Nosotros tenemos que ser una escuela para todos los estudiantes”, dijo.

Los empleados llevan cuenta de la asistencia, las suspensiones y las calificaciones deficientes para identificar los estudiantes en riesgo, quienes son asignados a uno o más mentores: un maestro, otro empleado o posiblemente alguien de la comunidad. A los estu­diantes a veces les molesta la atención, y en ocasiones los padres son sorprendidos por llamadas de la escuela.

“Los involucramos mucho”, dijo Solivan. “Les decimos a los padres:
esperamos que colaboren con nosotros”.

“Eso es algo en lo que nos esforzamos mucho”, dijo Rossi. “Yo trato a los padres como mis colaboradores para resolver el problema que el niño está teniendo”.

Algunos estudiantes se transfieren, y eso puede ser el principio de una pendiente resbalosa a abandonar la escuela.

“La etapa más peligrosa es en los grados 11mo y 12mo: estudiantes que han experimentado fracaso, estudiantes que están prontos a terminar pero suficientemente mayores como para decir ‘me voy a trabajar, o voy a hacer esto o aquello’. Los grados 11mo y 12mo son bien delicados”, dijo Rossi.

La mayoría de los estudiantes persisten hasta graduarse. “Con el tiempo el estudiante se da cuenta de que nadie se da por vencido”, dijo Angela Smith, la directora de instrucción de la escuela.

Pero toma tiempo – mucho tiempo – para que los estudiantes bajen la guardia, dijo ella.

Los estudiantes que empiezan en la Esperanza en 9no grado quedan convencidos en el 10mo grado.

“Es febrero del 10mo grado”, dijo Smith. “Casi de un día para otro, se están portando mejor. Han decidido que este lugar es seguro. No tienen que pretender. No tienen que pelear. No tienen que proteger sus cosas”.

“¿Por qué la tasa de graduación entre nuestros varones es más alta? Me pregunto si es porque no tienen que pasar los días peleando, protegiendo. Pueden dedicar sus días a estudiar y fomentar relaciones sanas y apropiadas”.

La Esperanza recientemente agregó un programa de escuela intermedia y está buscando añadir los grados K-5, pero esa solicitud fue rechazada por la Comisión para la Reforma Escolar.

Más variedad

En la Constitución, los seniors Taeniece Howard y Sunny Morgan y el junior Francis Strobel estaban en completo acuerdo: Su escuela tiene maestros que apoyan, ofrece muchas oportunidades, y se beneficia del hecho de tener estudiantes de toda la ciudad.

Debería haber más escuelas como la de ellos, dijeron en acuerdo.

“Debería haber más variedad. Muchas más escuelas deberían aceptar estudiantes de toda la ciudad”, dijo Howard. “Todos nosotros nos conocemos, pero somos de diferentes partes de la ciudad.

“Muchos traen sus rivalidades a la escuela, y eso afecta el aprendizaje de todos porque hay peleas casi un día sí y otro no”, dijo ella, describiendo los problemas en las escuelas superiores de la comunidad.

“La escuela no es para eso. La escuela es para aprender, no para tener que enfrentar toda la negatividad del vecindario”.