Transición de escuelas del cierre no está clara

Hasta ahora hay pocos detalles sobre lo que se hará para que los estudiantes desplazados tengan mejor experiencia en las escuelas nuevas.

This article was originally published in The Notebook. In August 2020, The Notebook became Chalkbeat Philadelphia.

El plan del Distrito Escolar de Filadelfia para sobrevivir sus aprietos fiscales es simple: menos tendrá que ser más.

Y aunque la propuesta de cerrar o reubicar 44 escuelas deja muy claro cómo el Distrito va a lograr el “menos” de la ecuación, lo que no ha explicado es cómo va a cumplir la promesa de “más”.

Padres, estudiantes y maestros han asistido a reuniones en la comunidad para aprender sobre los planes del Distrito, que se espera desplacen a unos 17,000 estudiantes. En cada paso, el Distrito ha insistido que cerrar escuelas no sólo ahorrará dinero sino que también mejorará las condiciones en las escuelas que queden.

“Yo no vine a Filadelfia con deseos de… cerrar escuelas”, le dijo el Superintendente William Hite a una audiencia en la Escuela Superior Bartram en el sur de Filadelfia. “No tenemos opción. … Por lo tanto la pregunta es, ¿cómo usaremos esta situación para crear mejores opciones para los estudiantes?”

Sin embargo, aunque los padres, estudiantes y maestros han preguntado repetidamente sobre los planes del Distrito para situaciones específicas, los funcionarios no han querido compartir los detalles. En vez de eso, han dicho que la planificación “escuela por escuela” comenzará en febrero y va a incluir a los estudiantes y las comunidades.

“Queremos hablar sobre lo que esas escuelas ofrecerán que no se esté ofreciendo ahora mismo”, dijo Hite. Esos planes estarán listos, dijo, antes de que la Comisión para la Reforma Escolar vote sobre los cierres en marzo. “[La SRC] entenderá cuáles son las implicaciones de esas decisiones”, dijo Hite.

Más estudiantes, menos maestros

Lo que se aprendió de los cierres del año pasado sugiere que la transición puede ser pedregosa. Robin Dominick, líder de la Asociación de Hogar y Escuela en la Escuela Elemental Powel, dijo que la población de educación especial de Powel se triplicó y que el tamaño de las clases aumentó después del cierre de la escuela Drew. La Powel, que tenía menos de 200 estudiantes, recibió 38 estudiantes de la Drew.

Esto debió haber causado que el Distrito dedicara más recursos, dijo ella.

Sin embargo, la pequeña escuela perdió un maestro por los recortes de presupuesto, y el otoño se vio afectado por interrupciones en los salones de clase y una escasez de apoyo para educación especial, dijo Dominick. Los funcionarios del Distrito finalmente visitaron la Powel para buscar soluciones, pero sólo después de que los padres se lo pidieran directamente a la SRC. “Nunca hubo una reunión en la Powel para decir “así es como todo esto les va a afectar”, recuerda Dominick.

Además, los datos recién publicados por el Distrito muestran que muchos estudiantes simplemente cambiaron de una escuela deficiente a otra. El año pasado, después de que tres escuelas superiores cerraran (Rhodes, FitzSimons y la Business and Technology), 415 estudiantes se transfirieron a otras escuelas del Distrito. De esos estudiantes, más del 40 por ciento – 168 en total – terminaron en escuelas que ahora están programadas para cerrar, que incluyen Strawberry Mansion, Germantown, Bok y Robeson.

David Kipphut, a cargo de la educación vocacional y técnica (CTE), entiende por qué los padres se preocupan. “No tienen detalles”, dijo él. El Distrito tiene que “decir claramente qué están prometiendo”.

Muchos están hambrientos por tener esos detalles. Durante la reunión comunitaria de enero en el suroeste de Filadelfia, Nina Petrasek (maestra de la Escuela Superior Bartram) le dijo a Hite, “Mi preocupación es que estas decisiones ya se tomaron sin contar con un plan concreto de implantación. ¿Cómo nos puede garantizar que esto será efectivo… sin decirnos cómo se hará?

Hite respondió asegurándole que la planificación de transición comenzará pronto. En toda la ciudad hubo intercambios parecidos, ya que Hite y su personal han procurado asegurarle a las audiencias que las escuelas “consolidadas” les ofrecerán más a los estudiantes. Si una escuela tiene arte y otra tiene música, una escuela consolidada ofrecerá ambos, dicen ellos.

De igual manera, han insistido que es primordial reparar el presupuesto, y que no se puede hacer nada que impida esa meta. Por ejemplo, Hite ha dicho que reducir el tamaño de las clases no es una opción. Reducir un estudiante por clase costaría unos $10 millones que no podemos pagar, dijo Hite. Él prefiere enfocarse en mejorar la calidad de los maestros con desarrollo profesional – pero no ha explicado cómo eso ocurrirá.

Consolidación y colaboraciones

Los funcionarios han enfatizado que la clave para mejorar las escuelas es consolidar recursos y establecer colaboraciones. Los principales, dicen ellos, tendrán autonomía para experimentar siempre y cuando se mantengan dentro de los límites de presupuesto.

Eso no ha satisfecho a quienes les preocupa estar a punto de perder recursos valiosos y relaciones de confianza.

¿Qué pasará, por ejemplo, con el parque de juegos de $317,000 construido el verano pasado en la Elemental Taylor por la Fundación Hamels? ¿O con la colaboración entre el Heinz National Wildlife Refuge y la Escuela Intermedia Pepper? ¿Puede el Distrito construir modernos estudios de grabación en la Escuela Superior Bartram o la South Philadelphia antes de septiembre, cuando los estudiantes de la Escuela Superior Communications Technology y la Vocacional Bok se transfieran?

Y en términos más amplios, ¿podrán los maestros (que conocen a los estudiantes) y los programas extracurriculares establecidos seguir a los estudiantes a sus escuelas nuevas?

Muchos de los asistentes en las vistas del cierre no estuvieron convencidos de que el Distrito puede cumplir.

“Imposible”, dijo Naeedah Felder, que tiene tres hijos en la Pepper. Ni los bienes físicos ni la red de apoyo se pueden transferir, dijo ella. “Tendrían que llevarse el campo de juegos, tendrían que llevarse las canchas de tenis – tendrían que llevárselo todo”, dijo.

Sadie Holloway, madre de la Escuela Elemental George Washington, dijo lo mismo. “Ellos tienen actividades en las tardes, baile, tutoría de matemáticas, Girl Scouts”, dijo ella. “Y también la camaradería especial va a desaparecer. Los maestros en la Washington, ellos conocen a cada niño. … Eso es especial para el niño y para el padre.”

“Ellos no entienden”.

Ningún otro asunto genera más emoción en las reuniones regionales que la seguridad. Los padres y estudiantes consistentemente le dijeron a Hite y su equipo que, al combinar escuelas y alargar el viaje a la escuela, estaban exponiendo a los estudiantes a graves peligros adicionales.

En la reunión en el noreste de Filadelfia, una madre preocupada por la posibilidad de que los estudiantes de escuela elemental tuvieran que caminar una milla o más hasta una escuela nueva exigió que le contestaran, “¿Quién va a proteger a esos niños?” “¿Quién va a proteger a mis hijos?”

La Directora de Servicios Estudiantiles Karyn Lynch contestó, “Señora, la comunidad entera velará a sus hijos”. Eso provocó una reacción de descontento en toda la multitud. “Ellos simplemente no entienden”, dijo una mujer.

En todas las vistas de cierre, Hite y su personal les agradecieron a las personas por su participación y prometieron que considerarían las ideas presentadas. Aunque compartieron detalles nuevos sobre los cálculos de uso y capacidad que fundamentaron los cierres, nunca dejaron de insistir en que los cierres tendrán que hacerse y prometieron que habría mejores escuelas para todos al final.

También dijeron que ya ha comenzado un poco de la planificación del cierre. Kipphut, por ejemplo, dijo que ya comenzó a visitar las escuelas que recibirán estudiantes para planificar las nuevas instalaciones de CTE. Se ha reunido con estudiantes de las escuelas militares en Leeds y Elverson y tiene planes de reunirse con estudiantes de la Escuela Superior Communications Technology. “El proceso ya está comenzando, pero no de manera pública”, dijo.

Pero por ahora, muchos están todavía en duda.

Micia McBurnette, estudiante de 11mo grado en la Comm Tech, piensa que el plan para unirse a la Bartram tiene mucho más riesgo que promesa. Muchos de sus compañeros, dijo ella, seleccionaron la Comm Tech en primer lugar porque no querían estudiar en la Bartram.

Ella vino a la reunión en la Bartram para preguntarle a Hite cómo funcionaría la transición, y quedó insatisfecha con la respuesta. “Nuestros maestros de historia, nuestros maestros de matemáticas… nos los van a quitar”, dijo ella.

Hite le dijo que tiene intenciones de hablar con los estudiantes.

McBurnette dijo: “Él no contestó mi pregunta.”.