Seguridad en los exámenes: las medidas más estrictas para Filadelfia

No se ve fin para las nuevas estipulaciones, incluyendo prohibir que los maestros sean proctores de sus propios estudiantes.

This article was originally published in The Notebook. In August 2020, The Notebook became Chalkbeat Philadelphia.

Una vez más se esperan medidas de seguridad estrictas en todo el Distrito

Escolar cuando se administren los exámenes estandarizados la próxima primavera. Lo más probable es que no haya cambios al menos hasta se cierren que las investigaciones actuales de trampa, según dijo Tim Eller, portavoz del Departamento de Educación de Pensilvania (PDE).

En 53 escuelas del Distrito en las que se sospecha que los estudiantes se copian la seguridad será otra vez sumamente estricta. Sin embargo, el cambio más controversial de este año – que los maestros no les pueden administrar los exámenes a sus propios estudiantes – seguirá aplicándosele a todo el distrito. Algunos educadores opinan que esto podría reducir las puntuaciones en el examen y poner a los estudiantes del Distrito en desventaja cuando se comparen con los estudiantes de la mayoría de las escuelas chárter de Filadelfia y de todo el estado.

Sacar a los maestros del salón de clases “no es buena idea”, dijo Peter Kuriloff, sicólogo educativo de la Universidad de Pensilvania. “Los niños son sumamente sensitivos en un ambiente de examen”. Esto es particularmente cierto en los grados más bajos, dijo, y particularmente cierto si el estudiante tiene una buena re-lación con su maestro de salón hogar.

Aunque no hay estudios sobre este punto específico, Kuriloff señaló que hay estudios que indican que un niño tiene más probabilidad de lograr 10 o 15 puntos más en un examen de inteligencia (IQ) si lo recibe de alguien que co-noce en vez de recibirlo de un desconocido. Él dijo que hay razón para asumir que podría haber una diferencia similar en los resultados del PSSA.

Christina Puntel, maestra de español en la Escuela Superior Parkway Northwest, explicó que “para muchos estudiantes, el examen no significa nada excepto que el maestro ha estado preparándolos para tomarlo todo el año. Es decir, existe una relación entre ellos. Sin el maestro en el salón de clases, hay un gran cambio en el ambiente. Es una pérdida enorme”.

“Algunos niños se sienten ansiosos al tomar un examen”, dijo Jerry Jordan, presidente de la Federación de Maestros de Filadelfia. “Los maestros conocen a sus estudiantes. Ellos conocen su nivel de frustración cuando se trata de tomar un examen”.

Al remover a los maestros de los salones el año pasado, Robert McGrogan, presidente de la unión de principales, dijo que sus miembros también informaron que “la atmósfera era diferente – no era tan acogedora ni comóda”.

Prohibir que los maestros le impartan el examen a sus propios estudiantes no es una práctica estándar, dijo John Fremer, presidente de la compañía nacional de seguridad en exámenes Caveon Consulting. Él recomienda que a los maestros se les permita dar el examen pero también teniendo un monitor externo en el salón.

Según Eller del PDE, no se prohíbe que el maestro esté en el salón de clases durante el examen. “El maestro podría estar en el salón”, dijo en una declaración, “pero no puede estar solo”.

No obstante, los funcionarios del Distrito Escolar de Filadelfia dicen que ellos simplemente no tienen suficiente personal para hacer eso: Los maestros se necesitan para ser monitores de otros salones de clase.

La medida de prohibir que los maestros les administren el examen a sus propios estudiantes sólo se les aplicó a un puñado de distritos y escuelas chárter bajo sospecha de que los estudiantes se copiaban. Aparte del Distrito Escolar de Filadelfia, éstos incluyen el Distrito Escolar de Hazleton, la Escuela Chárter Chester Community y tres otras escuelas chárter en Filadelfia.

Otros cambios clave en el sistema de seguridad en los exámenes en Fi-ladelfia incluyó más vigilancia y un control más estricto sobre los materiales del examen en las 53 escuelas bajo investigación y más énfasis en adiestramiento en todo el distrito, particularmente para los principales.

Bajo estas medidas de seguridad más estrictas, la pasada primavera se reportaron violaciones a las reglas del examen en 27 escuelas de Filadelfia, pero la mayoría fueron corregidas fácilmente, como por ejemplo remover de las paredes de los salones carteles que contenían información relacionada con el examen. (Hasta ahora el estado no ha querido contestar las preguntas hechas por un artículo de Notebook/NewsWorks sobre un caso donde se alegan violaciones más serias en la Escuela Intermedia Wagner.)

“Estamos comprometidos al mismo nivel de seguridad” en el 2012, dijo Rosemary Hughes, directora de la Oficina de Innovación y Mejores Prácticas del Distrito.

Chris Baugh, coordinadora de desarrollo de exámenes del Distrito, dijo que los funcionarios del PDE que supervisaron la administración de los exámenes el año pasado no habían recomendado ninguna medida de seguridad adicional.

Con más de 200 escuelas del Distri-to sin ninguna sospecha de impropiedad durante el examen, Fran Newberg, subdirectora de tecnología, responsabilidad y evaluación del Distrito dijo que esta pasada primavera la seguridad fue más estricta en las 53 escuelas en las que el estado había empezado investigaciones o estaba en planes de hacerlo. Ella dijo que el proceder del Distrito en estas escuelas fue de acuerdo con las prioridades del estado.

El PDE ya había aumentado el control sobre los materiales de examen en todo el estado, requiriendo que las certificaciones de que los materiales no habían sido modificados por nadie fue-ran firmadas no sólo por los principales sino también por los coordinadores y los proctores del examen.

En las escuelas del Distrito con el escrutinio más estricto, las cajas que contenían los folletos del examen estaban selladas con cinta adhesiva a prueba de alteración que solamente los monitores – usualmente personal de las oficinas centra-les – podrían remover.

Las 53 escuelas bajo sospecha de impropiedades fueron divididas en tres grupos que recibieron diferentes niveles de seguimiento. Newberg y Baugh dijeron que las 11 escuelas bajo el más estricto escrutinio fueron vigiladas con más frecuencia por los funcionarios del Distrito durante el periodo de los exámenes. “Las escuelas del nivel superior tuvieron monitores todos los días”, dijo Baugh. “En algunos casos los monitores prácticamente vivían en la escuela”. Los monitores del PDE también se presentaron a estas escuelas sin anunciarse, dijo él.

Baugh también enfatizó el rol del adiestramiento, en parte porque “mucha gente no recordaba las reglas. Por lo tanto, repasamos bien lo que se puede y lo que no se puede hacer”.

La primavera pasada antes de los exámenes, más de 500 principales y coordinadores de examen asistieron a seminarios de todo un día sobre los procedimiento del examen impartidos por el PDE y su contratista de exámenes con sede en Minnesota, Data Recognition Corporation (DRC). Antes, sólo los coordinadores del examen recibían adiestramiento.

Los funcionarios del Distrito dicen que han podido proporcionar mayor seguridad empleando el personal actual y prácticamente sin incurrir en gastos adicionales – literalmente sólo con cajas de almacenamiento y cinta adhesiva.

Dos de los pasos más eficaces para prevenir el fraude son más adiestramiento para los administradores del examen y crear mayor consciencia de que habrá una revisión forense de los folletos de examen para determinar si hay patrones sospechosos, dijo Phillip Rogers, director ejecutivo de la Asociación Nacional de Directores Estatales de Educación y Certificación de Maestros. Ambas medidas ya están implantadas aquí.

Pero el presidente de la PFT Jordan tiene fuertes objeciones a las medidas para todo el distrito que se enfocan espe-cíficamente en Filadelfia, diciendo que “suponen que todos los maestros están cometiendo fraude y eso no es cierto. La mayoría de los maestros se sien-ten insultados.

“Hay un ambiente de ‘examen y sanción’ en este país, no sólo en Fi-ladelfia”, dijo en una entrevista. “Los principales y maestros quedan bajo una enorme cantidad de presión. Faltan muchos recursos en las escuelas, y las expectativas siguen creciendo”.

De hecho, algunos educadores opinan que este ambiente en el pasado ha motivado al fraude.

En una entrevista con el periódico Atlanta Journal-Constitution, el profesor de administración y evaluación educativa de la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill Gregory Cizek dijo que “típicamente no hay incentivo para que la gente tome en serio las amenazas a la seguridad en los exámenes.

“Los educadores se alegran cuando las puntuaciones suben”, dijo Cizek, “los padres están felices cuando a sus hijos les va bien, los estudiantes se complacen cuando se les declara como ‘proficient’. Al público le gusta cuando todas las escuelas parecen estar mejorando el aprendizaje”.

El periodista independiente Paul Jablow contribuye artículos regularmente para el Notebook.

Traducción por Mildred S. Martínez.